En el metro: » Estás gorda» La señora de enfrente me mira ruidosa…
Me observaba como queriéndome decir algo -no la entiendo-. Quizá porque soy gorda y llevo una falda corta y se me ve la entrepierna -me digo a mi misma-. Tengo los muslos gruesos y eso evita que pueda cruzarlas, entoces me pongo la bolsa encima, y hago que las asas de la mochila caigan en medio, haciendo un escudo que contenga su mirar.
Ella no deja de oscultarme -estoy por pensar que le gusto, pero no-. No siento que sea de su tipo…
Minutos después el asiento de al lado queda vacío, la mujer de mediana estatura, tes blanca, ojos claros y visiblemente molesta, se levanta del puesto de enfrente, se sienta a mi lado y me dice: «Las mujeres embarazadas y con la barriga tan grande, no deberían ponerse faldas tan cortas, porque llega un momento en el que es difícil de llevar, y no se ve bien.» Quedé de una pieza.
Su acento argentino me llegó a la rabia y no frené el impulso. Con mi ímpetu caribeño respondí: «¡Señora, no estoy embarazada, estoy gorda. No se meta con mi forma de vestir y preocúpese por lo que usted lleva puesto!»
Mi enojo era un parón a las repetidas ocasiones en las que he callado.
Dos mujeres que escucharon cómo me violentaba con su comentario odioso la abordaron, haciéndola saber que había estado fuera de lugar…
Ella respondió: «No soy racista, ni nada. Soy feminista y hay que decirle a las otras mujeres cuando van muy mal vestidas, para que lo arreglen y se vean mejor…»
Me levanté con la falda recogida y un poco más alta de lo que estaba. Mientras bajaba expuse mis muslos con todas las «imperfecciones» que molestaban a aquella doña.
Lo que no sabe ella, es que ese dia me sentía la mujer más linda del mundo, y nada de lo que me hubiera dicho, iba a romper con la magia de la noche de pasión y gozo absoluto que me esperaba.
Mi cuerpo no es cosa tuya, te repito. la gordura que habito no es un drama. Soy obesa y eso no es un delito. Soy obesa y así me lo permito.
Porque vivir en un mundo que constantemente te recuerda que «no cabes» y «que eres fea» ya supone un mundo. Mi barriga, mi culo, mi celulitis y mi dieta, son mías 🤫.
Mientras escribo este artículo contemplo la diversidad de la escritura de nosotras, las mujeres negras; narrativas que atraviesan la raíz de nuestros orígenes y la memoria del cuerpo que absorbe los recovecos de nuestras emociones. Las temáticas que rodean al feminismo antirracista poseen un léxico nutrido, combatiendo a diario al maldito síndrome de la impostora que se cuela por las hendijas de lo que representamos positivamente para hacernos sentir incapaces.
“Escribir, para mí, es la gran protección”.
Toni Morrison
Es tan única la forma en la que escribimos, que de plano, insisto en que es necesario contarnos sin parar. Es una manera de hacer que se nos conozca desde adentro, rompiendo así con la cadena de estereotipos sembrados en la memoria colectiva. Como escritoras podemos caer en la tentación de querer parecernos a las autoras que leemos, también soñamos con vender millones de libros comoChimamanda Ngozi Adichie, o leer tantos libros como nos de la vida para dar ese toque “intelectual” a lo que hacemos. Tendemos a cuestionarnos en todos los aspectos que van de cara a lo público, porque se pone en tela de juicio cada palabra y cada gesto que de nosotras nace, potenciando la falta de reconocimiento de nuestras singularidades, como en todos los aspectos de esta sociedad que nos margina sin sentido, —convirtiéndonos en objetos figurativos de colectivos que, practican abiertamente el concepto de la cuotas para parecer diversos e inclusivos—.
Existe la falsa concepción de que hay que escribir “cosas fáciles de vender”, de que una escritora para triunfar tiene que escribir libros que se parezcan a otros, y que solo aquellas que narran desde lo autobiográfico, llaman la atención; “porque esas historias son las más vendidas” y tienen un “algo” que hace que la gente los compre. En efecto, los libros que más se venden tienen la singularidad de ofrecer a los lectores ese “algo” que buscan, un sello identitario particular que les atrapa, esa cuestión única que enamora y nos convierte en fans de la forma en la que nos relatan, pero no es necesario copiar a las otras, eso no nos convierte en escritoras. —He visto con mis propios ojos como en el negocio editorial están acostumbrados a vernos sufrir y a relatar nuestras historias de dolor, una y ota vez. Parece que lo que no refleje sufrimiento y que se de esa narrativa sufrida no tiene mérito— ¿A caso las corporalidades racializadas solo deben escribir desde el dolor?
Por este motivo, una de las cosas que siempre trabajo en los talleres de escritura que facilito, es buscar una voz propia. Esa que solo es posible cuando entendemos que escribir no es fácil, porque es un ejercicio de realización personal que conlleva dedicación y compromiso. Cuando lo hacemos, todo nuestro cuerpo se pone en función de ello, hay que hacer esfuerzos porque las palabras no salen de una taza de té, e involucra nuestras emociones. A medida que empezamos a hilvanar un texto, nuestro cerebro se organiza de una manera tan increíble que las ideas fluyen y nuestras manos no tienen otra salida que ponerse en movimiento; tejiendo párrafo a párrafo con naturalidad; y llegar allí cuesta. De eso saben mucho las papeleras, el botón de eliminar de nuestros ordenadores y todas las mujeres que, a pesar de tener la idea de lo que desean narrar, se enfrentan a bloqueos y a los giros drásticos de sus historias.
También es importante comprender que, más allá de la gramática y de las cuestiones ortotipográficas, hay algo que no se puede explicar. La magia de lo no escrito. El hechizo de esa voz que nace como una estrella fugaz y que luego planea insistente sobre nuestras cabezas. Entonces, sólo entonces, nace la necesidad de escribir. Nace una escritora en potencia, y con cada historia se convierte en historia. Escribir es para valientes y no es cuestión de parecerse a las mujeres que leemos, tampoco en compararnos, ¡lo escrito, escrito está!
Mientras escribo este artículo contemplo la diversidad de la escritura de nosotras las mujeres, sobretodo la de las mujeres negras; narrativas que atraviesan la raíz de nuestros orígenes y la memoria del cuerpo que absorbe los recovecos de nuestras emociones; sentimientos permeados por una realidad que sistemáticamente nos pone a prueba, descalificando en muchas ocasiones la razón que motiva el oficio de escribir en nosotras. Eso no evita que entremos en lo profundo de nuestros imaginarios para narrar el cuerpo y todas las sensaciones de inconformidad y dicha que a diario nos guardamos y que no verbalizamos por temor; muestra de ello, es la cantidad de imágenes dramáticas que hacen que nuestro discurso literario sea el manifiesto de una lucha que no cesa, porque el simple hecho de escribir siendo una mujer negra, ya es un acto de resistencia, un grito de vida, un orgasmo a plenitud.
“Escribo para contar las historias que atraviesan nuestro territorio».
Keshia Howard Livingston
Cada pieza busca trascender su propia existencia, reivindicando nuestro lugar en una sociedad que históricamente nos cierra las puertas del universo literario. Es allí, cuando elevamos el volumen de las historias que hablan alto y claro acerca de los cuestionamientos explícitos, dentro de los espacios que nos oprimen; exigiendo justicia y reconocimiento a través de relatos que interpelan la realidad de un pasado que nos persigue, y de un presente que se resiste a no ser contado. Cada obra publicada se convierte en la materialización de un sueño, concretando así, todo el miedo que nos habita previo al nacimiento de la misma.
“Si no nos contamos, nos traicionamos”.
Lucía Mbomío
Nuestras publicaciones constituyen la proposición de ocupar los espacios vacíos en la literatura e historiografía en torno a la mujer negra que lucha ciontra la violencia epistémica, transmutando todas las imágenes negativas, analizando la memoria colectiva y descubriendo las vertientes en las que estamos presentes dentro y fuera de nuestros espacios seguros. Hablar sobre la familia, el amor, el sexo, ciencia, tecnología, tratados complejos, análisis político, crónica, reportaje. Las temáticas que rodean al feminismo antirracista poseen un léxico nutrido, combatiendo a diario al maldito síndrome de la impostora que se cuela por las hendijas de lo que representamos positivamente para hacernos sentir incapaces.
—estoy segura de que cuando nace una escritora, nada detiene el arrojo de su verbo. Su narrativa se empina singularmente poderosa, sobreviviendo a cualquier adversidad—. En el 90 por ciento de las veces, acudiendo a las costosas ventajas de la autoedición para abrirse un espacio dentro del negocio, puesto que, en la actualidad, las grandes plataformas editoriales, antes de proyectar a una escritora garantizan un mínimo de ventas, y su mayor aliada en este caso es la representación además en las redes sociales, y la proyección a futuro en las mismas. Creo que de esta manera, se pierden la esencia madre de la escritura: El talento y la naturalidad…
—No hay que decirlo con la boca chica, escribir nuestras historias nos representa, de esta manera verbalizamos discursos propios, convirtiéndonos en multiplicadoras de la herencia cultural ancestral y dialéctica que nos habita. Un legado que solo puede ser contado por nosotras mismas, convirtiéndonos en referentes dentro del mundo literario moderno.
—Es importante que sigamos escribiendo, que no nos detengamos en la búsqueda de ese género literario que nos mueve: Poesía, novela, relato, cuentos infantiles, o crónica, porque solo un corazón que escribe conoce el dolor de la flecha que le atraviesa—.
Busca tu fuente de inspiración, entra en ti, escribe lo que sientes. No te detengas ante nada ni nadie.
Soy toda melancolía. Pulula inquieto el vacío inmenso de un ayer que reposa bajo mis pupilas intacto. Ojalá pudiera volver a instantes de aquellos días. Volver para ver con los ojos abiertos y sentir como lo estoy haciendo ahora. La ausencia de lo que nunca he anhelado me acosa. A estas alturas pensé estar desprendida de todos esos años raros… Pero no… Partes de mi siguen enterradas en los andares de mi sexo inocente y desnudo. En la novena decembrina del padre Alberto y su coro de fieles señoronas. En el eterno rosario de la Aurora que era la anunciación repetitiva de mi adolorida infancia. Añoro verme en el espejo que ya no está. Burlarme del pasado viviendo en el presente. Gritar la rabia de lo ausente… Besar sin miedo y amar sin conocimiento. 📷 @artbyandileh
Perfumada con agua de canela y lavanda fresca espero a las puertas del viejo colegio. Sentada en una butaca de la plaza de en frente. De camino al punto final de encuentro con cautela y agudo sigilo paso por debajo de tu ventana y el olor a tu vientre me penetra. Llega entonces a mi frente espantada la fresca golpeando el sudor que de mi cara cae. Goterones de ansia viva recorren mi pecho que espera ardiente por los besos que me tocan hoy. No me reconozco si no es con estas ganas. Ganas de todo lo que tu adulta y elegante estampa tienen para ofrecerle a mi inocente delirio. Deseo libidinoso que lleva mi nombre en rojo fuego. Camino de espinas enterrado en mis partes sagradas. Rezos de carne que invocan tu aliento a gritos. Anhelando el roce de tu enorme lengua y el poder de tu verga en llamas. Encendida a lo loco. Como un christmas en agosto…
Perfumada con agua de canela y lavanda fresca. Espero a las puertas del viejo colegio sentada en una butaca de la plaza de en frente. De camino al punto final de encuentro con cautela y agudo sigilo paso por debajo de tu ventana y el olor a tu vientre me penetra. Llega entonces a mi frente espantada la fresca golpeando el sudor que de mi cara cae. Goterones de ansia viva recorren mi pecho que espera ardiente por los besos que me tocan hoy. No me reconozco si no es con estas ganas. Ganas de todo lo que tu adulta y elegante estampa tienen para ofrecerle a mi inocente delirio. Deseo libidinoso que lleva mi nombre en rojo fuego. Camino de espinas enterrado en mis partes sagradas. Rezos de carne que invocan tu aliento a gritos. Anhelando el roce de tu enorme lengua y el poder de tu verga en llamas. Encendida a lo loco como un christmas en agosto…
Todos mis labios te sonríen. Te besan contemplando la belleza y la sensibilidad a través de la luz de tus respiros. La vida pasa mientras tanto nos mira de frente perdida entre sollozos y lujuria a ratos. La vida es esto un suspiro. No más oscuridad ni lamentos. Quiero tener la potestad sobre mí. Dejar de ser lo que soy cuando la encamada furtiva se acaba. Ya no me apetece sentir la culpa después del deseo. No quiero ser víctima de mí misma. ¡Ya no más! Por eso sonríen todos mis labios. amo estos momentos de revelación deseando todos los que vendrán. No quiero una salvación que sacrifique los aleluyas de mi vagina. Necesito vivír el tsunami y las enormes olas de sudor bañando mi rostro mientras entra en mi la gloria. Tengo los bolsillos llenos de sirenas de agua dulce y el pecho sembrado de clavelitos blancos. Me amo más que ayer. Me amo. No hay agua que apague estos fuegos. Por eso y muchas cosas más vente conmigo esta noche y las que hagan falta…
Rompí en llanto con mi primer orgasmo. Era la mezcla entre esa extraña sensación y la alegría de sentir amor. Tus manos hicieron virguerías con mi piel rompiendo lo que creía roto. El extasis de tu lengua tibia atravesando mi existir. Era como el frescor de la tarde a orillas del mar caribe en diciembre. Toqué las estrellas del cielo desnudando por completo la oscuridad de mis infiernos. Bañamos con agua bendita la frente de nuestros demonios perennes. Mis caderas se movían agitadas Mi pelvis con tu pene palpitante jugaba. Mientras arriba entrabas y salías gimiendo fuerte. Metí mi lengua hasta tocar la campanilla de tu templo emocional. Bebí desesperada tu saliva. Te pedí entrar hasta el fondo poniéndome a cuatro patas para sentir mejor. Agarrándome de las paredes para no romperme en mil pedazos. Tú rompiste mis esquemas. Entraste hasta al fondo de mi vientre expulsando a todos los demonios de mi famélica necesidad. Hiciste llover fuego. Liberaste en un remolino de agua dulce y espesa a la otra yo… Una mujer que salió espantada para nunca volver a estas carnes bañada de leche espesa y miel de caña.
Tupido velo que muere con el fuego de estos soles. Desnudos a posta prolífica imaginación. Camino con canciones acuosas sonando desde mi vagina. Pudor al pudor. Contradicciones. Lasciva perdición. El que reza y peca… Disfruta. Vive. Siente. Goza.
Soy un cuerpo en celo. Hambrienta de caricias reales me he vuelto exigente. Lo sé. Antes me conformaba con lametazos que no eran besos y con empujones que simulaban ser una embestida bien ejecutada. Astro silente después de un orgasmo fingido. Pensaba que en eso radicaba el asunto. Fingir mientras te mueves a gusto del otro… Esa era la yo conforme la que prodigaba placer despojándose del suyo. La que no sabía que podía sentirlo en sus propias carnes. Pensaba que esa miel estaba reservada solo para ellos… Así me educaron. Su brusquedad terminaba magullando mi entrepierna y me dejaba con muy mal sabor de boca. Pero yo sabía que me faltaba algo que no alcanzaba a entender. Ahora no. Abrí los ojos y las piernas mejor… Atrás las quedadas de ordinaria andadura. Los succionadores de boca torpe y el mete y saca de machos que de machos ni el mandao. Unos por grandes y mal llevaos. Otros por chicos y acomplejaos. Ya no pierdo el tiempo por ahí en lo inconforme a drede. Ahora exijo. Pido y señalo el camino y el que no acate mis reglas no se come este salao. ¡Porque a mi! ¡A mí no me da la gana! Esto no va de guapos ni de losana juventud. Esto va de ese sabroso escurrir de ganas Placer y plenitud. De esa boca que te acaricia el clítoris con su lengua adiestrada. De esas manos poderosas y de sutil tacto. Del encuentro de dos cuerpos que se buscan con fuerza a voluntad propia. Esto va de hacer el amor armados para una guerra.
Ahita de mil noches soñando contigo mientras mis dedos sacuden el polvo de estos bordes temblorosos. No hay razón más poderosa que la razón misma. Exclamación bendita de una libertad disoluta. Los cristales de puertas y ventanas crujen cada vez que escuchan tu nombre. Marcando los márgenes de la rabia con inciso en altas. Sabe el pájaro cantor que contigo pegado los pezones de mi humanidad se ahoga su canto. Entiende que si estás dentro se me va la vida en una sola bocanada de aire. Respiro el espesor de todo esto. Tu saliva con regusto a Winston. ¡Dios mio¡ Anhelo vaciar esta sensación de saciedad para así morir entre más sueños de tí. Como testigos: mis manos rotas y este charco de miel.
Siento. Siento tan hondo que me cuesta comprenderlo. A veces siento cómo las pulsaciones se apoderan de todo mi cuerpo apuntalando los sentidos contra la pared de mis emociones obligándome incluso a no querer entender. Y yo me dejo llevar… Rindiéndome ante la sutil belleza de sentir así… Es que sentir para bien o para mal trasciende toda comprensión. Los latidos de los que hablo manifiestan su interés en ciertas posturas y partes de mi cuerpo. Hacia ciertas personas… En honor a la verdad debo decirlo. Recientemente siento mucho por ellas. Aunque hasta ahora solo me he compartido con ellos…
A estos sentires les gusto desnuda y libre abierta de piernas. Acuosa y libertina. En racimos temblorosos y dispares. Son como una dona dolenta. Provocadores. Profundos. De mirada inquieta. En ocasiones efervescentes.
Llego a una sola conclusión: Para qué comprender lo que ya estoy sintiendo. No todo tiene por qué tener una explicación sonora. Si con los sermones de la piel me basta. Si con el pálpito de esta pasión sempiterna tengo.
Tengo para mí. Para ellos. Y ahora también sé que para ellas… Solo quiero sentir. Sentir la miel antes amarga que se endulza con esos besos. Besos que embadurnan este imaginario y sus excesos…
Anhelo la amnesia de tu ser mas no he podido sacarte de la locura en la que me hago inmensa. Fallo en el camino; de haberte conocido antes sería igual. Me tortura la miel de tus besos y a mi cuerpo sediento lo somete el tacto de tus dedos…
Se siente el pinchazo de la aguja en este corazón sangrante. Brotan lágrimas saladas de sueños destruidos. Nubla la oscura realidad que asfixia el recuerdo de los momentos vividos
Rompiste el suelo de mis castillos de humo se desvanecen en el olvido y yo intento abrazarme a ellos. La amistad es ahora el premio de consolación. Más a mi me aflige tu ausencia y tu presencia me condena a seguir deseándote como cuando no te conocía…
🔴Un poema de @solanyely21 escritora emergente que hace parte del colectivo #masticadoresdeletrasEros. Su prosa es la verdad que gritan silentes sus labios
No perdiré milagros a lo ya escrito. Mi fe no sabe leer. Cimiente. Para eso está el suelo que soporta el peso de mi cuerpo amortiguado por mis rodillas de escombro. Me seduce la paciente espera del milagro que hace el esfuerzo propio de mis actos. Yo no creo en la inersia de un fluir sin esfuerzo alguno. Cubro las ausencias de amantes serviles con mis propias manos ya no prostituyo mi querer. Tampoco me niego a los polvos que merezco. No confundo los temores de mi carne con el horror que me relatan otros. Me tiro de cabeza y con mi sangre riego el camino de los dolores que me ven venir. Me suicido a cada rato. No sufro de espantos. Quiero y pido. Siento cariño y lo digo. No niego mis te quiero a quien mi corazón siente suyo. Y ya me importa menos si es rosa o es capullo lo riego igual. Yo no sería nada sin mis rezos sin mis amigos. Mateo. Marcos. Lucas. Juan. Pedro. Pablo… Tampoco sin las bendiciones de mis madres brujas ni sin mi discernimento. He cavado más de cien tumbas y por algún motivo que desconozco nunca me han enterrado en ellas. Estoy viva muy viva no sé cómo Pero sigo aquí. Yo no sería nada si no tuviera que defenderme a balazos del asco de quienes creen verse reflejados en los esqueletos de hojas secas que nunca han sido vestidas. No me conozco. Nunca lograré concerme del todo. Deja de nombrarme. Porque yo no sé medir el enojo cuando viene a visitarme. Así como no sé medir la profundidad de mis gemidos cuando me embisten con rabia.
Cuando entras en mí, florezco… Pero antes de ver los colores emerger a través del brillo de mis ojos saltones caígo a un agujero profundamente oscuro. Y… justo antes de tocar el fondo, surge la potencia intempestiva de un fuego que se prende de mi espalda recorriendo mi columna. renace en ese efímero instante la magia desde las entrañas del ahogo. Entonces, como una niña hambrienta me aferro al alimento de tu carne, llorando mientras gimo y me atraganto con los chorros de placer que salen de nuestra exacerbada y libidinosa postura. Florecitas como estrellitas brillantes después de un golpe caricaturesco pululan, fijándose ruidosas sobre mis pupilas alegres. Esperando el regodeo de mi risa nerviosa; evidencia del inocultable paso de una avalancha de delicioso placer… ¡Habemus alegría para el cuerpo! La historia se repite: tú y yo haciendo garabatos sobre papel mojado… 💜🖤❤️ #ErotismoPoético#plentylove
Tu cuerpo es el lienzo sobre el que mis pinceles imaginan orgasmos. Agarro entre mis manos los designios subidos de tono de esta paleta de colores mudos… Me gusta el negro para confundir a mi adversario, no me apetece descubrir tu cara ante ojos que no están preparados para sentir tu presencia. Soy egoista y atrevida… Tengo las pupilas congeladas en la última imágen de tu cuerpo desnudo. Llevas debajo de las uñas rasguños paralizantes, con el más mínimo roce sucumbo, me sostengo jadeante… Me abraza inclemente la necesidad de entrar en los túneles de tu universo arcoiris. Tiembla el caballete que sostiene el derrotero de una pieza irrepetible. Sacudidas propinadas por el vaivén excitado de la vieja piltra en la que nos hemos manchado… Enormes parches de leche y miel sobre pieles alegres. Víctimas de una faena de azucarada ensoñación… 💜🖤❤️ #ErotismoPoético#placerydeseo#placerlíquido#MiCuerpoEsMío#QuinnyMartínez#Vulvaginación ✏️: Bufé libre de palabras.
Prendida de tus caderas mi lengua como un hacha filosa. Sutil y perversa engendra el deseo lúbrico de acariciar tu cara, entra y sale de tus aposentos a su antojo acelerando el palpitar gitano que recorre las aceras polvorientas de un tango roto. Esta lengua mía. Esta lengua mía rebosa de goce. Con la fuerza de un ejército furioso recoge la sal de los recovecos en cuerpos faltos de temblores. Juguetea con falos erectos deseando el sabor de vulvas en ebullición… Órgano camino de mi obscena perdición. Lame tus labios hasta la sequedad. Esta lengua mía, mordaz amante de cualquiera al que pueda imaginar. Bebe, achica la savia que de ella brota ante tanta necesidad. ¡Ven¡ Quiero una vez más contigo… 💜🖤❤️
hoy empezamos una aventura sin igual. hace un tiempo escribi mi primer libro mas alla de los viajes experiencias emocionales, hoy estoy escribiendo el segundo y hare reseñas de libros importantes
La educación es un producto de la cultura, al mismo tiempo que la cultura se difunde, desarrolla y profundiza con la educación. ... Es necesario porque interferencias políticas están banalizando y empobreciendo ambos conceptos y a la administración pública de ambos productos, conquistados en la historia por la humanidad.
Tech & Style / @Geekgangstermx / Colaborador de tecnologia, cultura POP y Geeks Stuff en ElMurodelaTapia.com el portal de Fernanda Tapia @TapiaFernanda