Ante los ojos de su caracterizada presencia, todo era ordinario, viejo y polvoriento, estaba aburrida de tener que ensuciarse las manos, consideraba que lo suyo eran los palacetes a los que tenía acceso por cosas del oficio, el dinero fácil, la manicura , las cremas humectantes y los perfumes más costosos adquiridos en las boutiques del centro de la ciudad. Nada tenían que ver aquel local de encuentros desaforados, los vestidos elegantes, la ópera y los manjares previos, con los aposentos de su amante de turno. Ella había alimentado su ego de una sórdida apariencia y de desmedida ilusión, ilusión que aquel hombre había aliñado a su justa medida en busca de diversión. El universo no se queda con nada, días antes le había echado en cara a la vida lo que pensó quedaría atrás con aquel macho ostentoso, guapo y viril. Pero en ese instante se dio cuenta de que todo era una farsa, simuladores de encorsetada burguesía, sórdidos e inconformes, adictos a lo que nunca tendrían por derecho propio. Mentirosos compulsivos incapaces de asumir la vida con los pies sobre la tierra…
A happy ending? I’m so glad he found the ‘truth’ 😀
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I love happy endings! 🌷
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