Desnúdate…
Lucía estaba lista, eran el día y la hora de siempre… Responde con voz ansiosa: -Hola mi amo, Pensé que no llegaría a tiempo para empezar con nuestra cita habitual, estaba todo muy congestionado, y el frío hizo que los clientes salieran mucho más tarde por el pan… Desde aquel ordenador, se escuchaba la voz de un hombre, una voz con mucho carácter, penetrante y fuerte: Lucía, debes tener en cuenta que nosotros, nuestra cita, nuestros deseos y nuestro amor, son lo más importante, y están por encima de cualquier cosa.. -Lo sé, responde Lucía-. Mi amo, prometo serte fiel y seguir deseando el momento en el que muestres tu rostro, yo estaré siempre aquí. ¿Cuáles son tus deseos para hoy?. Pídeme lo que quieras, como siempre, soy tuya y solamente tuya, mi cuerpo te está llamando, háblame, dime: ¿Qué quiere mi amo hoy?. Sin titubear, el hombre al que Lucía recurrentemente se dirige cómo » mi amo», responde:
Abre el cajón de las sorpresas, suéltate el pelo, píntate los labios de rojo, desnúdate entera y baila para mí…